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Cientos de inmigrantes reclaman al ministro su traslado a la Península desde el CETI de Melilla.

Decenas de inmigrantes han pedido al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, su traslado a la Península desde Melilla. "¡Salida, salida!" y "CETI no", gritaban centenares de subsaharianos y sirios en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad autónoma durante la visita del ministro. Ha sido el primer miembro del Gobierno que en la legislatura ha entrado en los pasillos del saturado centro.
En tres horas, el ministro se ha reunido con el presidente melillense, Juan José Imbroda, ha ido al paso fronterizo de Beni-Enzar, ha recorrido el perímetro fronterizo, ha visitado el CETI y ha mantenido una reunión de trabajo con mandos de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Los periodistas que esperaban al ministro en el CETI fueron informados de que Fernández suprimía su visita al centro por falta de tiempo, pero finalmente el titular de Interior se trasladó desde la Delegación del Gobierno y dedicó unos 15 minutos a la parada ya prevista.
Acompañado por la secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, Fernández Díaz ha visitado las instalaciones y, en el patio del CETI, ha dado la mano y ha charlado con una mujer subsahariana que vive en el centro con su hija pequeña. Mientras tanto, numerosos residentes observaban desde el patio y reclamaban a gritos su traslado a la Península.
Una rueda de prensa pondrá la guinda a este viaje oficial, el segundo que Fernández Díaz hace en año y medio a Melilla, donde ya estuvo en julio de 2012 cuando la ciudad vivía la presión migratoria no sólo en la valla, sino también en su frontera marítima. No hay que hacer demasiada memoria para recordar que en aquella época no paraban de llegar pateras tanto a la costa melillense como a las islas y peñones que España tiene en el norte de África, crisis que terminó con el polémico desalojo de la Isla de Tierra a principios de septiembre de aquel año.